domingo, 28 de octubre de 2007

Cerca de las definiciones....

Bush “afila la navaja” contra Ahmadinejah

El presidente no está solo en esta pelea. La principal candidata Demócrata, Hillary Clinton, respaldó la decisión de calificar de terrorista a la Guardia Revolucionaria de Irán.

BUENOS AIRES.- (Télam, por Alberto Galeano).- Cualquier excusa parece ser buena para que Estados Unidos incremente el riesgo de una guerra con Irán, aunque los argumentos de que Teherán patrocina el terrorismo no ponen fin a las negociaciones para que ese país abandone su programa atómico.
El presidente George W. Bush, sin embargo, no está solo en esta pelea. La principal candidata demócrata y favorita para ganar la presidencia, Hillary Clinton, respaldó la decisión del mandatario de calificar de “terrorista” a la elitista fuerza Quds, de la Guarda Revolucionaria de ese país.
La decisión de aplicar sanciones contra Teherán, a quien se acusa de apoyar a las milicias chiítas que matan soldados estadounidenses en Irak, fue también aplaudida por el independiente Joseph Lieberman, de Connecticut, y el senador del gobernante Partido Republicano, Jon Kyl, de Arizona.
No obstante, el precandidato presidencial demócrata Barak Obama dijo que respaldar las medidas de Bush era dar luz verde para una peligrosa escalada de tensiones, similar a la que ocurrió en los días previos a la invasión de Irak, en marzo de 2003.
La analista del diario International Herald Tribune Helene Cooper dijo que la decisión refleja “el incremento de la frustración” de la administración norteamericana por la falta de respuesta del gobierno de Mahmujd Ahmadinejad para cancelar su programa nuclear.
Un posible ataque estadounidense contra Irán crearía, además, un pandemonium en el precio del petróleo, por lo que los expertos consideran “improbable” una escalada militar luego de las sanciones impuestas por Bush.
A la hora de aplicar las sanciones, el gobierno republicano acusó también a Teherán de apoyar los “terroristas” que operan en Afganistán, el Líbano y los territorios palestinos.
La Guardia de la Revolución Islámica fue creada en 1979 por el ayatolah Ruhollah Jomeini, meses antes de que un grupo de estudiantes iraníes tomara 63 rehenes en la embajada norteamericana en Teherán, lo que provocó que Washington impusiera sanciones y rompiera relaciones con el régimen iraní.

Rechazo a sanciones

Las recientes sanciones estadounidenses fueron rechazadas por China y Rusia, vecinos de Irán, que no apoyaron recientemente dos resoluciones de condena contra el régimen de Ahmadinejah presentadas en las Naciones Unidas.
“¿Para qué empeorar la situación amenazando con sanciones y llevando a un callejón sin salida? Deambular como un loco con una navaja en la mano no es la mejor manera de resolver el problema”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, defensor del programa nuclear iraní.
Quizás Bush no sea “el loco de la navaja”, como dice Putin, pero el mandatario norteamericano tiene claro que le quedan pocos meses de mandato, hasta enero de 2009, para cumplir con su promesa de acabar con el terrorismo.
Pese a que le echa la culpa a Irán por la situación de Irak, Bush sabe que Teherán es un mosaico donde conviven distintos grupos étnicos, entre ellos los kurdos, en el norte del país, con quienes Turquía mantuvo recientemente varias escaramuzas.
Las sanciones ocurren en un momento interno muy especial del gobierno iraní, tras el reemplazo del negociador nuclear Alí Lariyani por Said Yalili, un hombre más cercano del presidente Ahmadinejad.
El hecho es de suma importancia, ya que a fines de noviembre el jefe de la diplomacia europea, el español Javier Solanas, debe presentar su informe al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el programa de enriquecimiento de uranio iraní.
Domingo 28 de Octubre de 2007 Sección: El Mundo

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