domingo, 30 de marzo de 2008

Historia de los desaparecidos fondos de Santa Cruz en cuatro actos

Resumen del artículo publicado por Crítica Digital

La plata de Santa Cruz, repatriada el miércoles, nunca llegó a Buenos Aires.

La cuenta de la tesorería provincial en el Banco Nación no registró movimientos, y las autoridades se desvelan por la ruta del dinero: debe pasar por la sucursal Nueva York del Nación, donde los bonistas que quedaron fuera del canje de deuda reclaman 11.000 millones.










Acto 1

En 1993 el entonces gobernador Néstor K cobró 535 millones de dólares en concepto de regalías petroleras mal liquidadas por la Nación: 320 millones en bonos y acciones de YPF y el resto en efectivo.

Por consejo de Domingo Cavallo, K depositó el dinero en un banco de inversiones de Nueva York, el Dean Witter Reynolds, que se fusionaría más tarde con el Morgan Stanley. Casi todo el dinero estuvo, hasta 2001, depositado en efectivo y, a estar de los intereses de la época, podría haber generado dos tipos de rendimientos:

–“Money market”: cuando está en cash y sin moverse, entre el 1,25 y el 1,75 anual.

–Plazo fijo: a tres años, por ejemplo, rendía entonces entre el 6 y el 7% anual.

La única referencia concreta al devenir del dinero durante ese período puede encontrarse en los presupuestos aprobados por la Legislatura provincial entre 1995 y 2002, cuando señala año a año los recursos provenientes de activos de la provincia en el exterior.

Entre 1995 y 2001, mediante leyes del prespuesto provincial, se habilitó el ingreso de u$s 649.479.591.

En aquellos ocho años, empero, sucedieron otras cosas:


1. De los 535 millones iniciales, Kirchner invirtió en acciones de YPF 290 millones, comprándolas a 19 dólares cada una.
En 1999 las vendió a u$s 44,78 y ganó 670 millones de dólares.
La suma del remanente de los 535 millones iniciales (245) más la ganancia posventa (670) asciende a u$s 915 millones.

2. Intereses calculados a la tasa libor durante nueve años da 329.400.000 dólares, lo que sumado a los 915 millones resulta en u$s 1.244.400.000

En septiembre de 2001, dos contadores de Arthur Andersen y Paget Brown, vecinos de Caimán, negociaron en el Hotel Emperador con Carlos Sánchez Herrera en nombre de Néstor Kirchner, quien reconoció que el dinero era de la Provincia. Herrera fue nombrado por K procurador general del Tesoro y renunció cuando se supo que había sido el abogado defensor de Juan Sassiain, jefe de la Policía durante la dictadura.

El atentado a las Torres Gemelas vuelve a desviar en 2001 el destino de los fondos: el dinero llegó a Europa de la mano de Alfredo McLaughlin, ex ejecutivo del Deustche Bank, a la sucursal del Morgan Stanley en Luxemburgo.

Según datos extraoficiales existían 720 millones a fines de 2002 en diversas cuentas suizas (que habían sido 840 millones entre 2000/2003), pero para el cierre de 2003 se informó que los activos eran de 534 millones. Trescientos seis millones menos.





Acto 2

El expediente “Kirchner Néstor y otros s/apología del crimen, defraudación contra la administración pública, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y malversación de caudales públicos” nació en Buenos Aires y murió en Río Gallegos.

El juez Santiago Lozada, un cordobés que llegó a la Magistratura de la mano del actual secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, cerró la causa. Lo apasionante del caso, más allá del hecho en sí, es que al día de hoy los argumentos del juez para haber tomado esa decisión son secretos. La ley señala que un fallo firme debe hacerse público a requerimiento de cualquier ciudadano, pero en este caso Lozada decidió esconder su sentencia, incluso, del fiscal Andrés Vivanco.

Cuando, hace algunas semanas, el mismo juez archivó un pedido del mismo fiscal, se transformó en un perro mordiéndose la cola: en los considerandos del archivo argumenta su decisión “como resolví anteriormente”, sin que nadie sepa, anteriormente, qué resolvió.

Al eterno reclamo del fiscal se le sumó ahora otro de la diputada por la CC Patricia Bullrich, quien también tramita una presentación ante la Comisión Interamericana. La segunda denuncia presentada por Vivanco se basa en datos técnicos aportados por el contador Pisani, vocal en minoría del Tribunal de Cuentos, en la que pidió indagatoria a Néstor Kirchner, Héctor Icazuriaga, Sergio Acevedo y Carlos Sancho.

Vivanco aportó, diversas irregularidades, año a año:

2003: –Faltante de u$s1.174.863 dólares en la “renta por tenencia de bonos”. Posible peculado.
–Falta de fecha en la que se concretó la transformación de bonos en acciones de YPF. Posible malversación
–Falta de fecha de una “venta obligatoria de acciones por u$s15.206.015. Posible malversación.
–No se indica fecha de compra, precio y origen del dinero para adquirir 1.298.000 acciones de YPF. Posible malversación.
–Imprecisiones sobre depósitos en fondo de inversión Morgan Stanley en Luxemburgo. Faltan fecha, plazos, intereses, condiciones. Posible malversación, peculado e incumplimiento de deberes.
–No obra información contable del traslado de capitales a Suiza. Posible malversación.

2004: A inicios de ese año se decidió concentrar el 100% de la inversión en el banco Crédit Suisse, la mitad en plazos fijos de corto plazo y la otra mitad en Notas del Tesoro de los Estados Unidos. Se omite presentar la registración contable. Posible incumplimiento de deberes.


2005: –No se puede justificar la diferencia entre el valor declarado al origen de los Bonos de la Provincia de Tucumán de u$s1.594.000 y el valor residual de u$s341.571 y los bonos canjeados Consadep por 414.398. Posible malversación.

Acto 3

En la mañana del 24 de mayo de 2007, el presidente Kirchner le dice en una entrevista por Radio Continental a Magdalena Ruiz Guiñazú: ”Los fondos ya están repatriados. Están en el país en títulos y bonos. Los puse a resguardo, aunque los podría haber gastado”.


Mientras Néstor Kirchner fue gobernador de la provincia, la mayoría de los fondos fueron depositados a su nombre. Al asumir la Presidencia de la Nación, la titularidad del depósito pasó a la provincia de Santa Cruz.

Desde la supuesta “repatriación” durante el gobierno de Acevedo (cuando de los teóricos 521 millones sólo se trajeron 100 que se invirtieron en la compra de BODEN) el dinero estuvo en un fideicomiso a cargo del Banco de Santa Cruz,



Acto 4 y último

Finalmente, el pasado miércoles 26, en plena crisis del campo, el gobernador Daniel Peralta volvió a anunciar la repatriación de los fondos: 380 millones de dólares de un total no especificado que, se supone, se irá trayendo en cuotas.

Al cierre de esta edición, la única cuenta de la provincia en el Banco Nación, a nombre de la Tesorería Provincial de Santa Cruz, no registró movimiento alguno. Los fondos siguen en Suiza.

Recién después de anunciarlo, el Gobierno advirtió un pequeño inconveniente: el Crédit Suisse, para transferir el dinero, debe hacerlo en dólares a un banco corresponsal del Nación, en este caso la sucursal de Nueva York del banco argentino.

¿Qué pasa si la Justicia norteamericana decide embargar la cuenta mientras el dinero viaja desde Zurich a Buenos Aires vía Nueva York?

Los bonistas que quedaron fuera del arreglo con el gobierno argentino reclaman once mil millones de dólares.

La estrategia del gobierno K de mantener en vigencia constante la Ley de Emergencia Económica no refiere sólo a evitar el aumento de tarifas; también permite que el país pueda pagar sus deudas con retraso con los bonistas que quedaron fuera del canje y con los acreedores del Club de París. Los jueces norteamericanos consideraban, en 2002, a la Argentina como un país quebrado. ¿Lo seguirán haciendo ahora, con 50.500 millones de dólares de reservas?


INVESTIGACIÓN: Jorge Lanata /LUCIANA GEUNA/JESICA BOSSI

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