miércoles, 26 de marzo de 2008

Siete principios para los argentinos


Viendo los acontecimientos que se desarrollan en Argentina, mi país, reflexiono así:

El aspecto positivo de esta crisis es que se han reunido, la inmensa mayoría de los sectores , comunidades de ideas, culturas, que constituyen a la Argentina, en torno a algunos valores claros:

1. PRINCIPIO DEL VALOR
La producción de valor debe ser respetada y no avasallada. Antes de la distribución está la producción. Antes de la crítica está la producción. No hay nada más importante para una sociedad que producir mayor y mejor valor empleando con inteligencia sus recursos.

2. PRINCIPIO DE LA PROSPERIDAD
Está muy bien que la gente gane dinero. Se le debe pedir un aporte razonable y lógico que vuelva en mejores condiciones de vida para todos pero no se los puede reducir a la nada.

3. PRINCIPIO DE LA COMUNIDAD INTEGRADA
La sociedad está conformada por todos, todos los intereses y todas las opiniones, y el gobierno debe operar como un meganegociador y no como un emperador romano. Somos una red de redes y comunidades de ciudadanos, y cada uno aporta su voz y sus ideas al conjunto.

4. PRINCIPIO DE LA TOLERANCIA
Las divisiones no son para siempre. Durante un largo período de la historia nos dividieron, especulando en los discursos, entre campo y ciudad, entre ricos y pobres, entre grandes y chicos, pero en este momento el gobierno ha tenido la virtud de unirnos a todos y que nos demos cuenta de que son divisiones artificiales.

5. PRINCIPIO DEL BUEN GUSTO Y EL SENTIDO COMÚN
Tener que pasarse la vida cuidandonos de que el propio gobierno no nos robe es de cuarta. Queremos un país moderno con un gobierno cómplce del crecimiento y no un enemigo.

6. PRINCIPIO DE LA DELEGACIÓN DEL PODER
Somos ciudadanos de un país y no vasallos de un gobierno. El poder se lo damos nosotros, no deviene de la violencia ni de Dios.

7. PRINCIPIOS RECTORES ESENCIALES
Nunca hay suficiente de dos valores centrales: paz y tolerancia. El diálogo es la metodología a adoptar como forma de vida.


Como toda crisis, esta contiene una formidable oportunidad. Por su magnitud y profundidad, quién sabe, estamos frente a un hecho fundacional de un nuevo estilo institucional argentino. Hace falta un hecho que ponga fin a 60 años de populismo que nos ha hundido en el más profundo de los abismos, y es el causante de todas nuestras crisis.

El ideario a recuperar es el que inspiró la Constitución Nacional, republicana, FEDERAL, y básicamente liberal, pero adaaptada a los requerimientos de los nuevos tiempos. Que el esquema institucional y político argentino deje de ser un chaleco de fuerzas y empiece a ser un marco de realización de los potenciales de este MARAVILLOSO PAÍS.

Una propuesta para el final: que el núcleo de decisión política sea el MUNICIPIO, la COMUNA. Todo el rediseño institucional debe partir de allí, transformar el país en una red de comunas y de regiones, y no en una pirámide de órdenes verticales que se imparten desde un castillo adonde sólo llega una pequeña clase de elegidos: los políticos.


ARGENTINA, TE QUIERO !!!


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