domingo, 4 de noviembre de 2007

Venezuela, territorio terrorista en América

Miles de terroristas árabes, así como narcoguerrilleros colombianos, son protegidos por la DISIP, cuerpo que está a su vez bajo el control de la DGI (Dirección General de Inteligencia) cubana, de acuerdo con miembros de la inteligencia venezolana. Mientras tanto, diplomáticos europeos en Caracas confirman que ciudadanos cubanos operan las secciones clave de contraterrorismo y de análisis de inteligencia de la DISIP.


El general Marcos Ferreira manifestó a la revista norteamericana “Insight on the News” que “abandoné mi cargo cuando me cansé de hacer el trabajo sucio para Chávez, con los cubanos vigilándome por encima del hombro”, afirmando que el ex ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacón, y otros colaboradores del presidente lo presionaron en reiteradas ocasiones para “lavar” documentos de identidad de terroristas y narcotraficantes que estaban de tránsito en Venezuela.

Asimismo, señaló que tenía órdenes de engañar a las autoridades estadounidenses en cuanto a las actividades de una red financiera de Hezbollah, cuyos archivos fueron solicitados por el FBI tras los atentados del 11-S.


Según Ferreira, Chávez giró instrucciones para destruir los registros de diez recaudadores de fondos de Hezbollah, que presuntamente realizaban transacciones financieras dudosas en las islas de Margarita, Aruba y Curazao y en las ciudades de Maracaibo y Valencia.

El presidente venezolano también disolvió unidades militares clave contra el terrorismo al despedir a 16 funcionarios de inteligencia, altamente experimentados y formados en Estados Unidos, para la época de los atentados terroristas en Nueva York y Washington.

Una líder de los círculos bolivarianos, Lina Ron, celebró el acontecimiento con la quema de la bandera estadounidense, en el centro de Caracas.

Algunos informes de la investigación, rescatados de documentos quemados y mostrados a “Insight on the News”, especifican que dos de los sospechosos buscados por el FBI -Fathi Mohammed Awada (cédula de identidad V-6.282.373) y Hussein Kassine Yassine (cédula V-6.293.922)- retiraron 400.000 dólares de una sucursal del Banco Confederado, en Isla Margarita, antes de trasladarse al Líbano en diciembre del año 2001.

El informe concluye que los individuos estaban “incursos en transacciones dudosas, que validan las sospechas del gobierno estadounidense”. Las transferencias de dinero nunca fueron registradas por el superintendente de bancos, un funcionario designado por Chávez.


Fuentes de inteligencia conocedoras del encubrimiento expresan que Chávez retiene información sobre los árabes, algunos de los cuales fueron importantes colaboradores financieros de su campaña presidencial.


El informe también menciona a Nasser Mohammed al Din, descripto como un poderoso empresario y amigo personal de Chávez, en cuya casa de Isla Margarita el presidente permanece en sus frecuentes visitas a esa isla, que siempre fue uno de sus lugares favoritos para las reuniones privadas con el líder cubano Fidel Castro.



Los vínculos de Chávez con el terrorismo internacional datan de los días de su sangrienta rebelión militar, en 1992, contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, en la cual resultaron muertas cerca de 100 personas. Después de ser recibido con honores en La Habana por Castro, Chávez se trasladó a Trípoli y a Bagdad. “Regresó con mucho dinero para formar su Movimiento Bolivariano Revolucionario y lanzarse como candidato a la Presidencia”, señala el coronel Pedro Soto, partidario del mandatario por esa época. Posteriormente Chávez realizó visitas de Estado a Libia, Irak e Irán en febrero de 2001 y firmó acuerdos de cooperación con Muhammar Khaddafi, Saddam Hussein y los mullahs en el poder de Teherán.

Sólo en 2001 y 2002 se entregaron 3.799 documentos de identidad venezolanos fraudulentos, de los cuales 1.745 fueron emitidos a través del puesto fronterizo de San Antonio. Al verificar los números repetidos de los documentos, el general Ferreira determinó que se habían entregado 2.520 cédulas falsas a colombianos, y que el segundo grupo más grande, de 279, fueron para árabes, a los que invariablemente se describió como “sirios”.

Ahora que los leales a Chávez y los asesores cubanos han tomado firmemente el control de los servicios de inteligencia venezolanos, es muy poco probable que se hagan mayores esfuerzos por realizar un seguimiento de los portadores de documentos fraudulentos. Posiblemente, miles de terroristas con documentos falsos podrían formar parte en este momento de lo que las fuentes de seguridad informantes describen como una “fuerza paralela” que Chávez estaría formando, tanto para afianzar su poder en Venezuela como para colaborar a difundir el terrorismo por todo el hemisferio occidental.




ESTE ES EL NIDO CON LOS HUEVOS DE LA SERPIENTE!!!



La Isla Margarita parece ser el centro de una vasta red financiera terrorista, que se extiende por el Caribe hasta Panamá y las Islas Caimán, donde tres afganos que viajaban con pasaportes falsos paquistaníes fueron arrestados cuando entraban desde Cuba con 200.000 dólares en efectivo, en agosto de 2001. De acuerdo con las autoridades coloniales británicas, en los esfuerzos por lavar dinero a través de los bancos de las Islas Caimán también estaban implicados empresarios árabes.

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