Quien a hierro mata a hierro muere
Imad Mughniyeh murió el martes 12 de febrero del 2008 a las 10:45 de la noche, volado en pedazos cuando una bomba hizo explotar su automóvil en una zona residencial de Damasco, la capital de Siria.
El impresionante curriculum vitae de Mughniyeh era la envidia de todo terrorista.
Alto dirigente de Hizballah, responsable por la muerte de cientos de soldados americanos en el Líbano, autor de numerosos secuestros, incluyendo el del periodista Terry Anderson quien estuvo seis años en cautiverio. Fue uno de los que planearon las explosiones en Buenos Aires, la primera en 1992 que mató a 29 personas en la embajada israelí, y la segunda en 1992, que causó 95 víctimas en el Centro Judío de Buenos Aires.
La FBI ofrecía 25 millones de dólares por su cabeza (suma idéntica a la que ofrecen por Osama Bin Laden) por haber secuestrado en 1985 un avión TWA y asesinado a uno de los pasajeros.
Hizballah de inmediato culpó a Israel por el asesinato de un gran líder de la resistencia islámica en el Líbano.
El Ministro del Interior de Siria condenó el "cobarde atentado".
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán dijo que "el asesinato era otro ejemplo del terrorismo estatal del régimen sionista y una clara violación de la ley internacional".
Israel declaró, tal vez con admirable modestia, que no estaba involucrado en el incidente.
Hace unos diez años circularon rumores de que el Mossad había tratado de asesinar a Mughniyeh en Beirut, pero la operación solo logró liquidar a su hermano. Se esperaba que él estuviese presente en el funeral, para tener una nueva oportunidad de matarlo, pero no se apareció.
Es probable que en el funeral de Imad Mughniyeh Nasrallah, el jefe de Hizballah, también prefiera limitarse a enviar flores.
jueves, 14 de febrero de 2008
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Zhoram:
ResponderEliminarEl próximo en la lista debería ser Nasrallah. Y espero sea pronto.
Saludos.
tomasito_44