domingo, 24 de febrero de 2008

Una muerte y muchos interrogantes

Exclusivo para Zhoram de Israel Winicki

Una muerte y muchos interrogantes

Líbano era “La Suiza del Medio Oriente”
Líbano era un ejemplo de convivencia entre comunidades de distinto signo religioso.
Líbano era…
Pero llegó ese aciago año de 1970. La OLP, expulsada de Jordania, se refugia en el Líbano. Y comienzan las masacres de cristianos y las contra-masacres de palestinos.
Una guerra abierta de todos contra todos destruye al país.
La OLP se hace fuerte en el sur, y desde ahí ataca a Israel. Israel responde en 1982 con la operación “Paz para la Galilea”. Tzahal entra al Líbano, y va empujando a los terroristas hacia el norte, estableciendo una franja de seguridad bajo el control del Ejército del Sur del Líbano (cristiano pro-israelí).
Y es en ese mismo año 1982 cuando un nuevo factor de violencia se hace presente en el castigado país, el grupo terrorista Hizbollah, de tendencia chii, armado y entrenado por Irán y apoyado políticamente por Siria, para la cual Líbano no es más que una provincia.
Comienzan los asesinatos de líderes cristianos libaneses, dirigentes antisirios, y todo aquel que buscara un Líbano independiente. El brazo ejecutor es siempre el mismo: Hizbollah, el instigador es siempre el mismo: Siria, y el poder en las sombras también es siempre el mismo: Irán.
En el 2000 Israel se retira del Líbano, e inmediatamente Hizbollah se ubica en la frontera.
A esta altura sería conveniente hacer un breve resumen de la historia de esta organización








Hizbollah fue fundada entre los años 1977-79 durante la revolución iraní que depuso al Sha, Los vencedores de dicha revolución, que se hicieron cargo del aparato estatal iraní, fueron los sectores conservadores islámicos. En un contexto de alta conflictividad socio-política, denominador común de los procesos revolucionarios, Jomeini se erigió como líder supremo, organizando simultáneamente fuerzas paramilitares que no estuvieran influenciados por las asambleas obreras (shuras) de tendencia progresista. Es así como se forma el Ejercito Pasdaran, las agrupaciones de fedayines y el Hizbollah (Partido de Dios), siendo esta última la de tendencia más reaccionaria. Estos grupos se formaron con desocupados y su principal labor fue perseguir a los simpatizantes del Sha, para luego evolucionar en la persecución de las agrupaciones de izquierda que ejercían influencia en las Shuras (asambleas obreras). El fin último era la suplantación de las shuras de tendencia progresista por shuras islámicas financiadas por el clero, respondiendo al líder supremo Jomeini. En marzo de 1979 el primer plenario del PST, al que asistieron más de 2.000 militantes tuvo que ser suspendido por la irrupción de Hizbollah.
Después de junio de 1981, el régimen iraní, haciendo uso de Hizbollah y otros grupos paramilitares, fusiló a los líderes de las shuras y del PST, para terminar en 1983 con el fusilamiento de los miembros de las agrupaciones de izquierda, dando fin así a la alternativa socialista en Irán. En lo que respecta al Líbano, Hizbollah es la única organización que no se desarmó tras los Acuerdos de Taif (1989), que pusieron fin a quince años de guerra civil en el Líbano.
Tras la retirada israelí Hizbollah reivindicó las Granjas de Sheba, una pequeña área fronteriza de 20 Km2 que Israel conquistó a Siria en 1967 y es reclamada por Líbano.
La retirada israelí se interpretó en medios islamistas como una victoria de Hizbollah e hizo que aumentase su popularidad entre los musulmanes libaneses. Inmediatamente después Hizbollah penetró en la zona desalojada por el Tzahal, provocó la caída de la milicia cristiano-falangista libanesa y pro israelí Ejército del Sur del Líbano (SLA) y mantuvo desde la frontera su hostigamiento militar hacia Israel pese a que, en septiembre de 2004, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la Resolución 1559, auspiciada por Francia, que instaba al desmantelamiento de todas las milicias armadas que operaban en el Líbano, resolución que ha incumplido repetidamente el gobierno libanés en el caso de Hizbollah, alegando que esa organización armada no es una milicia .
El objetivo de Hizbollah es la implantación de un Estado islámico en el Líbano, si bien admiten que éste podría implantarse únicamente con el consenso de la población libanesa. Se le atribuyen cruentos atentados, como los del restaurante El Descanso de Madrid (18 muertos y 84 heridos), cerca de la base de la Fuerza Aérea americana de Torrejón, la Embajada de Israel en Argentina, la cual fue reducida a escombros con un saldo de 29 muertos y el centro judío de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), con un saldo de 85 muertos, el mayor atentado terrorista de la historia argentina, también en Buenos Aires.
Según informes occidentales, mantiene células activas en más de veinte países (varios europeos) y, particularmente, en la frontera que comparten Argentina, Brasil y Paraguay (la llamada Triple Frontera). Esa zona se ha descrito por largo tiempo como centro regional para las actividades de recaudación de fondos de Hizbollah y Hamas.
A causa de sus ataques contra civiles en Israel y fuera de Israel y de su apoyo ideológico a otras organizaciones consideradas terroristas, como Hamas, es considerado por Estados Unidos y por otros países occidentales una organización terrorista.
En el Líbano es un partido político reconocido que incluso ha llegado a formar parte del gobierno.
Hizbollah cuenta con un apoyo explícito por parte de Siria y consecuentemente se manifestó contra la evacuación de las tropas sirias tras la llamada Revolución del cedro. Con respecto a Israel, la organización no reconoce su legitimidad y su retórica apunta a la destrucción de dicho Estado.





Así llegamos al año 2006. El 12 de julio dos comandos de Hizbollah cruzan la frontera israelí, asesinan a ocho soldados y secuestran a otros dos. La reacción israelí no se hace esperar. Estalla la Guerra del Líbano. Mientras las fuerzas israelíes bombardean bases de lanzamiento de misiles y centros de Hizbollah, esta organización bombardea con más de 4000 misiles las ciudades del norte israelí.
Tras un mes de combates, la ONU logra imponer el cese del fuego.
Y es aquí cuando los acontecimientos se entretejen hasta formar una trama muy intrincada que desemboca en la muerte de Imad Mughniye.
¿Quién es este personaje? Llamado “El Carlos Libanés” (en comparación con el terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez (a) “Carlos”, (a) “El Chacal”), su cargo oficial era el de jefe de inteligencia de Hizbollah, pero en realidad era el encargado de planear los más sangrientos atentados llevados a cabo por la organización tanto en el Líbano como en el resto del mundo. Entre ellos la masacre de 241 marines en Beirut, el atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires, AMIA, el secuestro del vuelo 847 de TWA.
El 12 de febrero de 2008, en Damasco Mughniye muere por la explosión de un coche bomba. Y aquí surgen varias hipótesis:
1) Un operativo del Mossad israelí: podría estar enmarcado dentro del marco de las ejecuciones selectivas de dirigentes terroristas.
2) Una ejecución ordenada por Hassan Nassrallah, dirigente máximo de Hizbollah: después de la guerra de 2006, y aunque Nassrallah la calificó de victoria, la posición del sheik se vio debilitada, debido a las ingentes pérdidas de hombres y materiales, como así también los daños causados en el Líbano. Ya en el 2007 fue desplazado del mando militar, y se habría vuelto molesto para sus patronos iraníes y sirios, por lo que ordenaron su ejecución por parte de Mughniye. Pero Nassrallah se habría anticipado eliminando a su posible ejecutor.
3) Una venganza de los libaneses antisirios: Mughniye planificó muchos de los atentados en que perdieron la vida muchos patriotas libaneses, entre ellos Hariri (sugestivamente, la fecha del atentado fue un día antes del aniversario de la muerte de Hariri)
4) Los sirios: Mughniye, como hombre fiel al régimen iraní habría estado entrelazando una serie de alianzas con chiítas sirios con miras a derrocar al gobierno de Assad. Un detalle que sustenta esta hipótesis es el lugar elegido para el atentado. Un lugar completamente cercado en Damasco, donde se encuentran varias oficinas gubernamentales, incluido el servicio de inteligencia sirio.
Son muchos los puntos oscuros que rodean a esta muerte. Mughniye no era un hombre que dejara las cosas libradas al azar. Cambiaba constantemente de vehículo, nunca dormía dos noches seguidas en la misma casa, nunca informaba por adelantado a sus guardaespaldas a dónde se dirigiría. Como terrorista veterano no descuidaba ningún detalle relacionado con su seguridad. Y sin embargo fue muerto en un atentado.
Por supuesto que Irán, Siria y Hizbollah señalan a Israel como responsable. Israel no dice nada. Mientras tanto en Siria arrestan palestinos, afirmando que están relacionados con el hecho.
Un hecho confuso, una situación confusa, y mientras tanto los tambores de la guerra vuelven a sonar en el martirizado Líbano.
Israel Winicki

No hay comentarios:

Publicar un comentario