Empresarios de malísimo humor...

Palabras de un empresario muy fuerte:

No tengo ánimo para hablar, disculpe, me da mucha tristeza esto", se excusó el presidente de una cámara, ejecutivo que ha estado varias veces con el matrimonio Kirchner. Se le insistió. "Es que no tengo ganas. Son tantas oportunidades perdidas... Debería haber sido un acto por la Patria y se desvirtuó todo. Nadie dice nada. Los que están alrededor de la Presidenta y Néstor tampoco. Ojo, me incluyo: hay una complacencia en la que hemos entrado todos. Estamos imprimiendo el diario de Yrigoyen"

La semana pasada, encumbrados hombres de negocios buscaron acercar las posiciones. Lo intentaron en persona, por ejemplo, Luis Pagani, de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), y Juan Carlos Lascurain, de la Unión Industrial Argentina (UIA), durante una reunión con Luciano Miguens en la sede de AEA, 48 horas antes del jueves fatídico para el conflicto.

El resultado es cada vez más obvio: el acuerdo social, una de las banderas de campaña de Cristina Kirchner, quedó lejos.

"Habíamos hecho una apuesta fuerte -resumió, inusualmente directo y locuaz, otro empresario influyente-. Yo pensé que se arreglaba. El campo hizo lo que tenía que hacer: levantó las medidas y se sentó a negociar.

Es una tragedia. Nosotros no vamos a firmar un c... sin el campo. Estas cosas nos pasan solamente a nosotros por el país de m... que tenemos."

El malestar mostraba anoche en algunos una combinación por lo menos curiosa: cierta indulgencia con la Presidenta y juicios más críticos hacia el ex presidente.




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El máximo ejecutivo de una compañía de capitales extranjeros elogió a Cristina Kirchner. "Está preparada y es inteligente", empezó. La objeción llegó segundos después: "El problema es que no hay nada peor para un hombre que quedarse en su casa sin hacer nada. Nunca, en la historia argentina, hemos tirado tantos años por la borda. A estas alturas deberíamos ser Brasil. Qué quiere que le diga, el peronismo juega siempre a juegos insólitos. Nunca le ha interesado el bien de la Patria. El de ayer fue un típico acto organizado y pagado".

Otra coincidencia es que el Gobierno midió mal la aplicación de retenciones móviles. "Subestimaron al agro. Abrieron la caja de Pandora", se ofuscó un accionista de un grupo industrial.