John M. Berry, Boomberg News
Maiz
El año pasado, los agricultores de Estados Unidos sembraron de maíz una cantidad mayor de tierra que cualquier otro año desde la Segunda Guerra Mundial. Y aún así, no fue suficiente: la demanda del cereal subió más que la superficie sembrada, y el precio saltó de cuatro a seis dólares el bushel.
Un cuarto de toda esa cosecha, la mayor de la historia, ha sido dedicado a la producción de etanol, principalmente para usarlo como aditivo del combustible en Estados Unidos. La cosecha de este año será menor, en un cuadro en que la producción de etanol crece aceleradamente porque una ley federal exige un mayor uso de biocombustibles.
El próximo presidente y el Congreso deben reformar esa ley porque Estados Unidos se ha quedado sin tierras para sembrar más maíz. Mientras tanto, la escalada de los precios de este cereal ya ha elevado el costo de una amplia gama de alimentos, entre ellos el pollo, los huevos y las bebidas no alcohólicas, que endulzan con jarabe de maíz alto en fructosa.
La mayor producción de etanol no fue la única razón del auge de la demanda de maíz y el consiguiente impacto en los costos de los alimentos. Los crecientes precios del crudo y las sequías en Australia y otros países también son parcialmente responsables.
Este año, la producción de etanol con maíz insumiría más de 3.000 millones de bushels, superando por primera vez el volumen dedicado a la exportación.
Este uso de los alimentos para combustible ocurre únicamente porque leyes federales aprobadas en 2005 y 2007 exigen un mayor uso del etanol y prevén un subsidio federal de 51 centavos por galón ( 3,78 litros ) para que tal uso sea accesible.
El brusco aumento de los precios de los alimentos en todo el mundo en los
últimos meses ha puesto de relieve las limitaciones de la producción de esos
cultivos en Estados Unidos y la insensatez del requisito de que se usen cada vez más biocombustibles.
Soja
Joseph Glauber, economista jefe del Departamento de Agricultura de Estados
Unidos, dijo este mes, en una audiencia de la comisión económica conjunta del parlamento, que aun con los precios del maíz altos como están, es probable que los agricultores siembren menos hectáreas de ese cereal este año de modo de aumentar la producción de soja.
El precio de la soja también está por las nubes, y ese cultivo resulta menos caro de sembrar que el maíz, que exige mucho fertilizante y combustible para su siembra y cosecha. Además, un tiempo húmedo y frío atrasó en el oeste medio la siembra de maíz, lo cual podría reducir aún más el tamaño de la cosecha del cereal.
Trigo
Por su parte, los agricultores que cultivan trigo también están aumentando la extensión sembrada porque el precio del cereal, a 8 dólares el bushel, está un 66% más alto que hace un año.
Por su parte, los agricultores que cultivan trigo también están aumentando la extensión sembrada porque el precio del cereal, a 8 dólares el bushel, está un 66% más alto que hace un año.
Toda la tierra apta para cultivo de Estados Unidos está siendo sembrada. Hasta se están volviendo a sembrar ciertas tierras marginales que los agricultores habían sacado de la producción para ponerlas en programas de conservación subsidiados.
Caña de Brasil
Para el 2022 harán falta por lo menos 36.000 millones de galones de biocombustibles para añadirlos a la gasolina (comparados con 4.700 millones de galones el año pasado).
Unos 21.000 millones de galones deben venir de alguna fuente distinta del maíz, como el azúcar, la celulosa o el pasto.
Eso igual significaría usar hasta 15.000 millones de galones de etanol obtenido a partir del maíz, casi el doble de la cantidad que se espera producir este año.
Un paso que podría darse es eliminar el arancel de 54 centavos por galón al etanol importado.
Eso igual significaría usar hasta 15.000 millones de galones de etanol obtenido a partir del maíz, casi el doble de la cantidad que se espera producir este año.
Un paso que podría darse es eliminar el arancel de 54 centavos por galón al etanol importado.
Brasil, que está expandiendo su producción de caña de azúcar para etanol, podría exportar una cantidad considerable de este producto a EE.UU. si el arancel se eliminara. Por sí sola, esa medida probablemente detendría la rápida expansión de la producción de etanol, mientras sigan vigentes los requisitos de uso.
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