viernes, 2 de mayo de 2008

Socialismo sin dictaduras del proletariado ni de nadie

Quiero recordar, volviendo a las fuentes intelectuales, a un gran pensador práctico, que tuvo enormes logros en el diseño de una comunidad autosustentable con reglas participativas... y luego fue calificado de "utópico" por Marx, porque no planteaba la lucha de clases ni la revolución...

Habiendo pasado tanta agua bajo el puente, mi homenaje a Robert Owen (hoy seria agorista???)


Robert Owen




Pensador y activista del primer socialismo británico (Newton, Gales, 1771-1858). Hijo de un modesto artesano, tuvo una formación autodidacta y prosperó como empresario de la industria del algodón. En 1799 compró junto con otros socios la fábrica textil de New Lanark (Escocia), de cuya dirección se ocupó en los años siguientes.



Robert Owen

Conmovido por las consecuencias sociales de la introducción del capitalismo durante la primera revolución industrial, buscó la forma de promover una sociedad mejor desde su posición como empresario. Su gestión fue un experimento innovador, pues consiguió que la empresa arrojara beneficios introduciendo mejoras sustanciales para los trabajadores: elevó los salarios, sentó las bases de una seguridad social mutualista y proporcionó a los obreros condiciones dignas de vivienda, sanidad y educación. Este último fue para él el objetivo esencial, pues consideraba que una educación liberal y solidaria sería el mejor instrumento para acabar con la delincuencia y poner las bases para un futuro de justicia e igualdad.

Owen fue un pionero del socialismo, inspirado aún por la fe de los pensadores ilustrados del siglo XVIII en el progreso humano y en la posibilidad de reformar gradualmente la sociedad mediante la razón, el convencimiento y la educación. Marx y Engels le clasificarían más tarde entre los socialistas que llamaron utópicos, ya que se esforzaban por diseñar una sociedad futura ideal (como la Utopía de Tomás Moro), confiando en que bastaría el ejemplo de unas pocas comunidades ideales de este tipo para convencer a la humanidad de sus ventajas y extender así el modelo de forma pacífica; al mismo tiempo, el término sugería que estos primeros socialistas europeos sostuvieron ideales quiméricos al soñar ingenuamente que podría pasarse al socialismo sin pasar por una revolución.

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