domingo, 23 de marzo de 2008

Resurrección: revertir el proceso de la muerte

Continuando con la investigación previa acerca del fenómeno de la resurrección, encontré un artículo que puede echar luz sobre los avances en el tema...

Deinococcus, levántate y anda

Por Mori Ponsowy Para LA NACION (Editado por Zhoram)

Hace algunas semanas, los grandes diarios del mundo difundieron la noticia de que Miroslav Radman, un biólogo franco-croata, logró comprender el proceso de resurrección de Deinococcus radiodurans, una bacteria que aun después de muerta es capaz de volver a la vida en pocas horas. Ante la pregunta de Luisa Corradini, de LA NACION, sobre si en el futuro sería posible hacer esto con todos los genes, Radman contestó: “Si es posible hacerlo con un solo organismo vivo, que tiene el mismo tipo de proteínas y de ADN, tiene que ser posible con todos los demás”.

Ya en la década del 70 nació el Movimiento Inmortalista, en los Estados Unidos. “Creemos que la muerte es una imposición que se le hace a la vida, un contratiempo que puede y debe ser eliminado mediante la tecnología”, dicen.

De la mano de ese movimiento nació Alcor, la empresa líder en investigación sobre criogenia. Es la empresa que mantiene en envases de aluminio, sumergidos cabeza abajo en nitrógeno líquido, a 196 grados centígrados bajo cero, los cuerpos de 74 personas clínicamente muertas, a la espera de que en el futuro sea posible su resurrección (las cifras son de agosto de este año).


La premisa clave de los inmortalistas es que la muerte no es un acontecimiento irreversible, sino un proceso que ocurre a lo largo de un período de tiempo. Cuando morimos no lo hacemos de un instante para el otro, sino paulatinamente. Y es que los datos que emplean los médicos para confirmar la muerte de un ser humano varían según los avances del conocimiento científico, de manera que cuán muerta esté una persona depende de cuán ignorante –o avanzada– sea la tecnología disponible. Una idea similar a ésta es la que se desprende del reciente descubrimiento de Radman.







Imagen del deinococcus, la bacteria que resucita





Hasta la década del 50, antes de que existiera la resucitación cardiovascular, la medicina consideraba muerta a toda persona cuyo corazón hubiera dejado de latir. Sin embargo, con los avances de la tecnología y la invención del electroshock, las cosas cambiaron de tal manera que hombres y mujeres que poco tiempo atrás hubieran sido considerados cadáveres de la noche a la mañana dejaron de serlo. El desarrollo tecnológico permitió revisar nuestra definición de la muerte.

Lo que había cambiado era la idea que los médicos tenían de la muerte, no la situación del paciente.

Los inmortalistas sostienen que carece de sentido considerar nuestra inhabilidad para resucitar a un ser humano prueba concluyente de su muerte y, menos aún, como argumento de que resucitarlo sea imposible en el futuro. El corazón puede haber dejado de latir; los pulmones, de respirar, pero la información genética de las células, la estructura del cerebro, el amor que una vez sentimos, los recuerdos almacenados en las neuronas durante toda una vida siguen ahí intactos por un tiempo, aun después de que hayan cesado las funciones vitales esenciales. “Casi siempre, cuando los médicos certifican la muerte clínica, el paciente aún se encuentra vivo en un 99%, pues la mayor parte de sus tejidos y funciones permanecen intactos aun después de haberse detenido el corazón y los pulmones.”

No se trata de ciencia ficción. El descubrimiento de Radman también tiene que ver con las facultades regenerativas de las células después de muertas.



Highlander, cuestionando la inmortalidad



A todo esto tenemos que sumar la rapidez con la que se viene desarrollando la nanotecnología, que se especializa en la manipulación de átomos individuales mediante dispositivos computarizados infinitamente pequeños.

Las expectativas generadas por la nanotecnología son enormes. Para comprenderlo, baste notar que, a lo largo de su historia, todos los objetos fabricados por el hombre han sido manufacturados mediante la manipulación de millones de átomos a la vez. Es como si hubiéramos estado construyendo el mundo que nos rodea con piezas de Lego.

La tecnología molecular, en cambio, permitirá construir cosas (computadoras, automóviles, pizzas, árboles, corazones) manipulando átomo por átomo y colocando cada uno de ellos en el lugar requerido para producir la estructura deseada.

Así, podremos reestructurar los átomos del carbón para obtener diamantes, o los de la tierra y el agua para obtener arroz.

El avance en la tecnología molecular es indispensable para la eventual resucitación de las personas que hoy permanecen en estado de suspensión criogénica. Permitiría reparar el daño causado por el congelamiento y revertir las alteraciones específicas causadas por la enfermedad.

Por utópico que todo esto pueda sonar, hay investigadores que sostienen que el día de la inmortalidad no está tan lejos como parece.

Robert A. Freitas, del Institute for Molecular Manufacturing, en Palo Alto, California, autor de Nanomedicina, supone que los primeros intentos de resucitación criogénica podrían ocurrir entre 2040 y 2050.

El hombre ha vivido tantos milenios siendo mortal que es irrelevante si para conquistar la vida eterna debe esperar cuarenta años o un par de siglos.

Lo verdaderamente importante es que gran parte de la comunidad científica admita que la vejez es una enfermedad curable que podrá prevenirse y que llegará el día en que podamos vivir indefinidamente.


Quizá vencer a la muerte sea más sencillo de lo que pensamos.

Flight from Death. Un trailer del documental que explora la muerte y nuestra relación con ella.

1 comentario:

  1. Zhoram:

    Si bien es cierto que el ser humano ha buscado desde siempre la inmortalidad, esto tendría su parte negativa: La Tierra, no obstante ser un planeta relativamente grande, no lo es tanto, y tampoco son infinitos sus recursos naturales. De hecho ya han empezado los problemas con el petróleo. Ergo, si aumenta el número de seres humanos porque se descubra la inmortalidad, ¿de dónde se sacarán dichos recursos para la subsistencia de dichas personas? De la mano de esto están las investigaciones de la NASA para descubrir algún otro planeta con idénticas características a la de la Tierra. Esto me hace acordar (aunque la similitud es relativa, obvio) a la película "Jurasic Park". A veces me pregunto si no estaremos jugando con fuego. Felices pascuas para vos y tu flia.

    (a) tomasito_44 ;)

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